La infección del tracto urinario es una de las infecciones bacteriana más frecuentes en los niños, aproximadamente se estima que entre un 8-10% de las niñas y un 3% de los niños tendrán un episodio de ITU en los primeros 7 años de vida. Es más frecuente en los varones en los primeros tres meses de vida y luego las niñas superan la frecuencia.
El problema principal de esta infección es la afectación renal que se puede producir por el ascenso de estos microorganismo que desarrollan daños y cicatrices en el riñón que puede evolucionar a insuficiencia renal (que el riñón esté tan afectado que deje de funcionar).
¿Qué síntomas debo estar atenta para saber si presenta una infección urinaria?
En los menores de 3 meses:
Se suele presentar como fiebre, que no se encuentra un foco aparente, ya que es muy difícil distinguir a esta edad los síntomas urinarios. Lo más frecuente es que se presente con irritabilidad, o letargia (adormecimiento constante), rechazo a la alimentación y vómitos.
En los niños mayores de 3 meses:
Desde los 3 meses hasta el año de vida pueden presentar un cuadro similar al anterior, con fiebre, vómitos, irritabilidad por dolor abdominal, pero es menos grave y más fácil de diagnosticar. Muchos niños que ya controlan esfínteres pueden perder el control frente a este cuadro, también pueden perder el apetito y encontrarse muy irritables.
Los gérmenes que producen estos cuadros suelen encontrarse en la región de la uretra, la vagina y el ano, y ascender desde ahí hasta los riñones. Los gérmenes hallados frecuentemente son: Escherichia coli alcanzando aproximadamente un 75% de los caso, luego hay otros organismos que son menos frecuentes como: Klebsiella, Proteus, Enterobacter, Pseudomonas aeruginosa y Enterococcus.
Para diagnosticar la infección urinaria necesitamos laboratorios para hallar el germen, reconocerlo y saber a qué medicación es sensible para poder combatirlo.
En los niños menores de tres meses la muestra es tomada por punción suprapúbica o por sonda vesical por el pediatra o neonatólogo. En los niños más grandes la muestra debe ser recogida por los papás con los siguientes pasos:
- Lavarse las manos con agua y jabón.
- Lavar los genitales con agua y jabón y secar de adelante hacia atrás.
- En las niñas abrir los labios mayores y en los niños retirar el prepucio.
- Dejar que el primer chorro de la orina caiga en el inodoro y el segundo debe introducirse en un frasco estéril para recoger orina.
- Guardar en la heladera hasta llevar al laboratorio.