Es algo que suele asustar a los papás, ya que muchas veces sucede de la nada, o luego de un golpe, también por miedo los niños no nos dicen que se metieron cosas dentro de la nariz o con el dedo se lastimaron.
Lo único que necesitamos es tener paciencia, revisar que no haya ningún objeto dentro de la nariz, no tirar la cabeza del niño para atrás ya que la sangre puede ahogarlo y si no hubo un golpe se puede hacer una leve fuerza en la parte superior de la nariz por un ratito, lo que genera que ese vasito que se rompió pueda hacer el coágulo y dejar de sangrar.
¿Cuándo es necesario consultar?
- Cuando el sangrado comenzó luego de un traumatismo importante.
- Si notamos una desviación o inflamación grande en la nariz.
- Cuando el sangrado es mucho o después de unos 15 minutos no paró.
- Cuando está asociado a pérdida de conocimiento o exposición a alguna sustancia.
- Si el sangrado se repite en muchas oportunidades hay que comentárselo a su pediatra.