Es una enfermedad crónica que afecta a las vías aéreas, generando una obstrucción del bronquio por una reacción inflamatoria, se da en personas que nacen con una susceptibilidad a generar asma. Al obstruirse el bronquio que es una de la ramas del árbol bronquial, genera un silbido cuando el aire intenta salir del pulmón, este silbido nosotros lo llamamos sibilancia, y es el signo característico del asma.
Existen factores de riesgo que predisponen al niño a desarrollar esta enfermedad:
a) Sexo masculino.
b) Papás que padezcan asma o alguna enfermedad alérgica.
c) Algunos virus que causan bronquiolitis dejan una predisposición a generar de más grande asma.
d) Exposición al humo del tabaco, o cualquier humo contaminante, pasivamente.
e) Exposición a alérgenos (son sustancias que pueden desencadenar una reacción alérgica, lo que lleva a una inflamación y obstrucción de las vías aéreas). Ejemplo: polen, cabello, caspa de animales, ácaros del polvo (que se encuentran en las alfombras, peluches, aires acondicionados) y medicamentos.
Es una enfermedad que asusta mucho cuando es diagnosticada, porque se asocia al pensamiento de que el niño no podrá realizar una vida normal o realizar un deporte, y no es así, actualmente un niño con un tratamiento preventivo adecuado solo necesitará disparos extras durante las crisis, y puede tener una vida normal.
Se debe tener en cuenta que cuando las crisis no pueden ser controladas en el hogar con los disparos con broncodilatadores se debe consultar inmediatamente con servicio médico, ya que puede requerir más medicación, oxígeno, internación y puede ser un evento grave.
SIGNOS DE ALARMA
– Tos y silbido que no remite con los broncodilatadores, o a los 20 minutos regresa al mismo cuadro.
– No puede hablar, o dice palabras entrecortadas.
– Coloración azulada en la punta de los dedos o en el lóbulo de la oreja.
– Adormecimiento entre las crisis, rechazo alimentario.
– Que el área entre y por debajo de las costillas y por encima de la clavícula se hunde al respirar (tiraje).